Como mantenerlas en su lugar

Bienestar Uriel Ardila abril 5, 2013

Es cierto que algunas dicen: “¡ahora no hay que preocuparse, cuando mi pecho esté flácido, me opero y listo!”.

No se trata de eso, sino de que ese momento llegue lo más tarde posible, manteniendo tu pecho firme de forma natural.

El pecho sufre cambios de tamaño continuados debidos sobre todo a los ciclos hormonales y también a las dietas, cediendo la piel que recubre el pecho y dejándolo flácido.

Consejos imprescindibles

Para evitar ese “descuelgue” natural, lo más asequible y directo es aplicar cada día después de la ducha una cantidad importante de crema hidratante por toda la zona, que además de evitar la sequedad te previene de sufrir estrías.
Si quieres además de hidratar, nutrir la piel de esta zona puedes aplicarte una mascarilla una vez a la semana. Puedes hacerte una casera con igual cantidad de aceite de oliva, miel y levadura de cerveza. Te aplicas la mezcla sobre la piel del pecho durante quince minutos, después limpiar con agua abundante.
Aplícate agua fría en el pecho al terminar tu ducha diaria. Si no eres capaz de hacerlo, sustituye esta práctica por la de pasar un cubito de hielo por la zona del pecho.
Es importante escoger un buen sujetador, utiliza aquellos que no tiren de la piel. Si practicas algún deporte, son mejores los sujetadores que mantienen el pecho firme para evitar que el movimiento destense la piel.
El mejor deporte para mantener los músculos pectorales en forma es la natación, debería practicarse a diario y si no es posible, al menos tres días en semana.
Si tienes el pecho muy caído, debes utilizar diariamente una crema reafirmante específica para esta zona que también puedes aplicar en la piel del escote y el cuello.
El Sol no es nada aconsejable para la piel del pecho, así que es mejor no tomarlo en verano o hacerlo con mucha protección y el menor tiempo posible. Una buena alternativa son los autobronceadores que aunque quizás todavía no ofrezcan un tono moreno del todo natural, sí están muy conseguidos y siempre serán una mejor solución.
Es conveniente mantenerse erguida, no encorves tu cuerpo, puesto que si tiendes a curvar tu espalda, el pecho cae.
La postura ideal para dormir es boca arriba, sin doblar el cuerpo.
Beber agua es importante, porque de esta forma eliminamos toxinas y grasas que puedan depositarse en nuestro organismo y también en la zona del pecho.
Fuera las grasas de tu dieta, nada de azúcares refinados que se encuentran sobre todo en la bollería industrial.
Incluye en tu dieta el aceite de oliva crudo, éste contiene propiedades para combatir el envejecimiento de la piel.

Existen también ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos del pecho y que te proponemos a continuación.

Tumbada sobre el suelo con las piernas flexionadas, coger un peso de 1 kg. Con las dos manos. Levanta los brazos con el peso cogido y después llévalos hacia detrás de la cabeza, sin llegar a tocar el suelo con ellos. Repetir 3 series de 12.
De pie, flexiona el cuerpo hacia delante con las piernas abiertas y flexionadas, coge un peso de ½ kilo en cada mano y flexiona los brazos hasta que toquen tu cuerpo, de nuevo bájalos y así hasta repetir 3 series de 12.

Fuente: Mujer Actual