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13 maneras de ser feliz al estilo de francesas

Tomando el ejemplo de francesas puedes llegar a obtener felicidad. La reportera Rebeca Plantier plantea 13 maneras y consejos en que ellas disfrutan de la vida y de sí mismas, donde implican cuidar, conocer, responder, afirmar, disfrutar de las personas, de las plantas, y de las ideas.

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En el artículo, Rebeca plantea que las mujeres francesas tienen una manera peculiar de verse bien sin esfuerzo alguno: “Ser esbeltas sin dietas; ser atractivas si son o no bonitas; tener confianza en ellas mismas sin avergonzarse de ello; vivir sin un exceso desmedido; y disfrutar de la calidad sin importar la cantidad”.

En palabras simples, las francesas tienen la increíble capacidad de amarse y respetarse a sí mismas. De hecho, hoy estamos llenos de libros de autoayuda inspirados en ellas.

Pero, ¿qué tienen las mujeres francesas que a las demás nos hace falta? Autoestima y seguridad.

Algunos expertos afirman que factores como la educación, vivencias y motivación forman la felicidad de las personas, en cambio otros, como el autor de “El Arte de Amar”, Erich Fromm, la felicidad no se trata de una alegría esporádica, sino de una realidad: de una experiencia auténtica y verdadera de lo que se es. Es la esencia de una persona, no la apariencia.


La definición de felicidad de Fromm fue: “Ser significa renovarse, crecer, dejar fluir, amar, trascender de la prisión que uno se impone, mostrarte curioso, proveer (…) Las estructuras vivas sólo pueden ser si se convierten; sólo pueden existir si cambian. El cambio y el crecimiento son cualidades inherentes al proceso de la vida”.

A partir de esta frase, Rebeca entregó 13 lecciones que deben seguir las mujeres del mundo para verse y sentirse tan bien como la mayoría de las francesas, y que según ella, sí funciona.

Los 13 consejos

Saca el máximo provecho de tu guardarropa: Muchas mujeres son reconocidas por su distinguido estilo de vestirse y no necesariamente por cambiar de guardarropa cada dos semanas. De alguna manera ellas descubren qué tipo de ropa les queda bien y se quedan con eso, tratando de renovarla o darle algunos toques según la temporada.

Practica rituales placenteros: No se trata de tirar la casa por la ventana, sino de estar más conscientes y disfrutar de aquellas actividades diarias que olvidamos rápidamente como cuando nos bañamos o nos ponemos cremas. No importa cuán ocupada te encuentres, al disfrutar de esos momentos diarios, notarás la diferencia. Además, al sentirte bien, te verás mucho mejor.

No castigues a tu cuerpo: Muchos dicen que sin dolor no hay placer o que para ser bella hay que ver estrellas ¡Mentira! Si vas a hacer alguna actividad, al menos que te haga sentir bien, por ende, se generará un efecto positivo tanto en tu cuerpo como en tu bienestar, incluido la práctica de sexo.

Acepta tu aspecto físico: Admite de una vez que la felicidad no depende de las medidas perfectas 90-60-90, sino que realmente depende de la manera en que te sientes dentro de tu cuerpo.

Disfruta del placer que otorga la comida: Sí, gozar de la comida y otros placeres, es fundamental en el proceso de la felicidad. Incluso hay estudios que demuestran que al disfrutar al máximo un plato de comida saciarás el hambre y comerán en moderación. Dicen por ahí que la manera de disfrutar la comida, es la manera en que también disfrutas del sexo.

Respeta tu cuerpo: La filosofía tantra, un tipo de doctrina esotérica, tiene como único principio el disfrutar el cuerpo y considerarlo como un santuario, sin tabúes, ni prejuicios, culpas o remordimientos. Si el cuerpo te demanda un poco de sueño, proporciónaselo; una comida en particular, acéptalo. La completa privación no existe en una vida basada en la felicidad.

Siéntete y vete bien: No importa si estás apurada, vístete y péinate bien. Una parte de sentirse bien implica el verse bien, pues expresa cierto respecto a una misma.

¡Sé auténtica!: Atrévete a ser tú misma aunque sea sutilmente. Utiliza uno que otro accesorio que exprese tu individualidad.

Usa lo que tienes y no lo que quieres: No esperes a perder esos “kilos de más” o a que te crezca ese corte de cabello. Haz un esfuerzo en utilizar lo que tienes a tu beneficio. Verás que si te sientes y te ves bien, nadie notará esas imperfecciones.

Disfruta ser tú al natural: Con el mínimo maquillaje, sin peinados complicados, un lápiz de labios, un poco de perfume ¡y listo!

No permitas que la edad te detenga a seguir viviendo bien: En muchos países, las mujeres de cierta edad dejan de considerarse seductoras; no obstante, los contraejemplos sobran: Isabelle Hupert, Isabelle Adjani, Juliette Binoche, Ignes de la Fressange.

Agradece por las pequeñas cosas: No importa si es una taza de chocolate en la cena o una vista asombrosa mientras caminas hacia el trabajo, es más bien tener la capacidad de apreciar las cosas mínimas, pero maravillosas de la vida.

Disfruta de la vida: Encuentra aquello que te apasiona y trata de no gastar tanto tiempo en aquello que te bloquea. Enfócate en lo que amas.

Por último, recuerda que el amor y la felicidad son actividades dirigidas hacia los demás y hacia uno mismo. Implica cuidar, conocer, responder, afirmar, disfrutar de las personas, de las plantas, y de las ideas. Significa un proceso de renovación y crecimiento.

Fuente: RevistaAló

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Sobre el autor

Uriel Ardila

Redactor Vibra.

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