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Mala dieta puede ser tan dañina para el hígado como el alcohol

Exceso de grasa en la dieta y vida sedentaria pueden hacer que tu hígado parezca el de un alcohólico, así no tomes ni una gota de alcohol.

Mala dieta puede ser tan dañina para el hígado como el alcoholMala dieta puede ser tan dañina para el hígado como el alcohol

Si crees que el único riesgo para tu hígado radica en el exceso de alcohol, te equivocas. Este órgano también se ve amenazado por una dieta rica en grasas y el sedentarismo, ¡una vida como la llevamos muchos de nosotros! El hígado es un órgano muy delicado y como solo tenemos uno, si lo dañamos… ¡nos toca cambiarlo por otro!

higado

La cirrosis es el villano que puede acabar con nuestro hígado -y con nuestra vida-, pero como siempre lo asociamos al alcohol, si no tomamos nos sentimos seguros. Pues tenemos malas noticias, la cirrosis también puede ser causada por una enfermedad llamada esteatohepatitis no alcohólica (NASH por sus siglas en inglés) que pueden padecer incluso niños.

Una condición generalmente asociada con la obesidad, la EHNA resulta del exceso de grasa en el hígado y, como su nombre indica, no proviene del abuso de alcohol que causa muchos casos de la enfermedad del hígado graso severo. Debido a que la EHNA puede destruir el hígado, los pacientes pueden requerir un trasplante de hígado o incluso morir, explicó recientemente la revista Science.


Se estima que un 20% de las personas tienen grasa en su hígado, el primer paso para padecer EHNA. La grasa en este órgano puede no hacer daño, pero cuando lo hace, en el 5% de los casos, puede ser fatal. Es decir, de 10 personas que tengan el hígado graso, 3 desarrollarán esteatohepatitis no alcohólica.

La NASH es por lo general una enfermedad “silenciosa”, con pocos o ningún síntoma. Las personas en general se sienten bien en las primeras etapas. Sólo comienzan a tener síntomas cuando la enfermedad avanza o cuando se presenta la cirrosis, explican en la página web del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Renales de Estados Unidos.

Lo alarmante es que no existe tratamiento específico para esta enfermedad. Según la Fundación Americana del Hígado, los tratamientos experimentales incluyen antioxidantes y medicinas antidiabéticas. La única salida es su prevención. ¿Cómo? Cuidando tu peso.

[Aprende también: Previene enfermedades con autocontrol emocional]

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