¿Cuál es tu herida del alma? Te contamos cómo percibes el amor, tras identificar que herida es la que más te está afectando en este hermoso vinculo.
Foto: CanvaEn nuestra maratón de Amor y Amistad de Vibra traemos a la mesa el tema de las heridas del alma, basados en el libro: Las 5 heridas del alma de Lise Bourbeau y cómo estas pueden estar afectando tus relaciones en pareja, debido a los traumas que genera. Identifica tu herida para poder trabajar en sanarla.
En el ámbito de la psicología, la infancia juega un papel crucial en la formación de nuestra personalidad. Las experiencias vividas durante esta etapa determinan, en gran medida, nuestra calidad de vida y nuestras relaciones interpersonales. Pero, ¿qué sucede cuando esas vivencias son negativas? Las llamadas “heridas del alma” pueden dejar cicatrices profundas que afectan nuestro presente y futuro.
¿Qué son las heridas del alma?
Las heridas del alma son lesiones emocionales que se producen por situaciones traumáticas que un niño o niña no puede procesar adecuadamente. Estas experiencias, ya sean reales o percibidas como tales, marcan a los individuos y pueden manifestarse en problemas de ansiedad, depresión y dificultades en las relaciones afectivas a lo largo de sus vidas.
Identificar y sanar estas heridas es fundamental para poder llevar una vida plena y tener relaciones sanas y duraderas. Si te sientes atrapado en pensamientos obsesivos, inseguridades o relaciones conflictivas, es probable que estas cicatrices de la niñez estén influyendo en tu comportamiento actual.
¿Cuál es tu herida del alma?
- Herida de rechazo: Aquellos que han experimentado esta herida suelen adoptar la “máscara de huidizo”. Creen que no son dignos de amor y se sienten constantemente necesitados de aprobación.
- Herida de abandono: Los que sufrieron esta herida llevan la “máscara de dependiente”. Su miedo a la soledad les lleva a aferrarse emocionalmente a quienes les muestran atención, dificultando la independencia.
- Herida de humillación: Esta herida produce la “máscara de masoquista”. Las personas afectadas tienden a censurarse y priorizar las necesidades ajenas, buscando siempre el afecto de los demás. Estas personas sienten que tienen la responsabilidad de esa relación y el control, son dependiente de su pareja y les afecta demasiado las peleas con pareja.
- Herida de traición: Con esta herida, se adopta la “máscara de controlador”. La traición repetida fomenta la desconfianza, lo que lleva a actitudes posesivas y rencorosas.
- Herida de injusticia: Quienes experimentan esta herida suelen mostrar la “máscara de rígido”. Crecen en un entorno autoritario y, de adultos, presentan un carácter inflexible y una dificultad para pedir ayuda.
El camino hacia la sanación
Es importante recordar que estas heridas no definen por completo a una persona. Sin embargo, reconocer su influencia en nuestra vida diaria es el primer paso hacia la sanación. Si te identificas con alguna de estas heridas, considera realizar un trabajo interior para abordarlas.
¿Te sientes identificado? Al final de este artículo, encontrarás un test que te ayudará a descubrir tus heridas de la infancia. Sanar es posible, y el primer paso es conocerse a uno mismo. ¡No te pierdas la oportunidad de empezar tu viaje hacia una vida más plena!
Ahora que sabes cuál es tu herida del alma. ¿Qué opinas? Escribe lo que piensas en los comentarios de nuestras redes, ¡y dale compartir!
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