Dentro de las mascarillas caseras tiene un lugar especial la llamada “mascarilla de aspirina”, por su efectividad y sobre todo por lo barata que sale.
Se trata de una mascarilla que sirve para combatir las imperfecciones y los granitos gracias al ácido acetil-salicílico que sirve para dejar la piel muy suave.
Lo que debes hacer:
Compra varias tabletas de aspirina, o de su genérico y que no estén recubiertas pues es importante para que se disuelvan muy bien, saca 5 aspirinas, aplástalas y mézclalas con dos cucharadas de agua fría.
Opcionalmente se le puede añadir una cucharadita de miel y aunque te quedará más densa la mascarilla, esta será más suave.
Aplícate la mezcla sobre la cara, en una capa leve, deja que se seque y quítala haciéndote un masaje circular.
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