El deseo de mantenernos bellas ha existido desde… ¡siempre! Antes de los maravillosos (y generalmente costosos) productos cosméticos, los tratamientos faciales, las depilaciones con láser y las cirujías nuestras abuelas se mantenían hermosas a punta de trucos caseros que pasaban de generación en generación. Abuelita, abuelita, ¿cuáles son tus consejos de belleza?
Adiós a barros y espinillas: Además de una dieta baja en grasas y el consumo de agua, es importante cambiar la funda (forro) de tu almohada con regularidad, así evitarás que la grasa de tu piel se acumule y contamine tu rostro mientras duermes.
Uñas sanas: Si sueles usar esmalte constantemente, notarás que tus uñas van tomando un tono amarilloso, para evitarlo utiliza una base transparente debajo de tu color favorito y deja descansar las uñas al natural por un par de días cada mes.
Dale vida a tu cabello seco: Si tienes el cabello seco, puedes humectarlo con una mascarilla de aguacate, aceite de oliva o mayonesa. Si se trata sólo de las puntas, aplica el tratamiento sólo en esa zona.
Maquillaje que dura y dura: Masajear tu rostro delicadamente con un cubito de hielo o zumo de limón le dará mayor fijación a tu maquillaje.
Diles adiós a las ojeras: Para combatir los ojos hinchados y las ojeras, humedece un algodón en una mezcla de té tibio y sal y colócalo sobre tus párpados por 10 ó 15 minutos. Un par de rodajas de papa también lograrán darte un aspecto más descansado.
Pestañas de ataque: Si quieres unas pestañas largas y hermosas, frótalas con un poco de aceite de oliva antes de dormir. ¡De paso estarás tratando las patas de gallo! (líneas de expresión que rodean los ojos).
Desmaquillador casero: Lávate la cara con un poco de leche, sécala con una toalla suave o algodón y aplícate tónico. No creerás lo suave y tersa que quedará tu piel.
Refresca tu piel después del sol: Si estuviste expuesta al sol durante varias horas y tu piel está algo roja, consigue una planta de sábila (aloe vera) corta una hoja y extrae los cristales de adentro. Frota con estos las zonas afectadas y verás como el enrojecimiento desaparece. La gran mayoría de los productos cosméticos para tratamiento de exposición al sol tienen como base esta maravillosa planta.
Mascarilla para pieles grasas: Agrega una pisca de sal a media taza de yogur natural. Masajea tu rostro con esta mascarilla en pequeños movimientos circulares.
Para combatir la piel seca: Las manos, codos y rodillas suelen ser las zonas más propensas a la resequedad. Prepara una mezcla de crema hidratante o acondicionador para cabello y azúcar. Frota la zona a tratar con suaves movimientos circulares, déjala actuar por unos minutos y enjuaga.
Tonifícate: Nada como el hielo para tonificar de manera focalizada. Utiliza una almohadilla helada o una bolsa plástica llena de hielos. Envuélvela en una toalla o tela delgada y colócala sobre la zona a tratar. Nunca apliques el hielo directamente o lo dejes sobre tu piel mucho tiempo ya que puede ocasionarte quemaduras.
Los consejos de belleza de la abuela son tan fáciles como efectivos, tan sólo asegúrate de no ser alérgica a ninguno de los ingredientes recomendados y… ¡a disfrutar de los truquitos de belleza!