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Atención: Demasiado ejercicio a veces puede afectar el corazón

Los cardiólogos recomiendan hacer actividad física moderada y aseguran que pruebas exigentes como las maratones deben tomarse como un reto para realizar sólo ocasionalmente.

Matías Anguita es un ultramaratonista chileno que a mediados de este año realizó un increíble desafío: corrió 40 maratones en 40 días. El deportista explicó que la iniciativa surgió como una forma de celebrar sus 40 años, pero también para que las personas se motivaran y donaran un árbol por cada maratón al proyecto “Reforestemos Patagonia”.

Así, entre el 20 de junio y el 31 de julio, Anguita recorrió 1.680 kilómetros -42 km. cada día-, adelgazó siete kilos y bajó su porcentaje de grasa de 16% a 5,7%. Toda una odisea para muchos, pero no para todos, ya que a ojos de los especialistas lo realizado por el ultramaratonista puede no ser tan beneficioso para su salud cardíaca.

En un editorial publicado la semana pasada en la revista “Heart”, los cardiólogos estadounidenses James O’Keefe y Carl Lavie afirmaron que “correr demasiado rápido, largas distancias y por muchos años puede hacer que las personas lleguen más rápido a la línea final de su vida” o, dicho en otras palabras, a la muerte.

El planteamiento de los especialistas -que antes había sido publicado en “Mayo Clinic Proceedings”- puede parecer extraño, ya que generalmente se dice que una vida saludable sólo se logra dejando de lado el sedentarismo. Y así lo ratifican los especialistas, pero hacen la salvedad de que esto se cumple sólo si el ejercicio que se realiza es de carácter moderado.

¿Cuál es la razón? Tras revisar varios estudios sobre la salud de corredores, O’Keefe y Lavie ratificaron que la actividad física de alta resistencia y a largo plazo “puede inducir a una remodelación patológica del corazón y de las grandes arterias”.

“Datos recientes sugieren que el entrenamiento y la participación en competencias extremas como maratones, ultramaratones, triatlones y carreras de largas distancias en bicicleta, pueden causar una sobrecarga transitoria de la aurícula y del ventrículo derechos, y aumentos en los biomarcadores cardíacos, todo lo cual regresa a la normalidad en el transcurso de una semana”, sostuvieron.

A juicio de los cardiólogos, lo que finalmente ocurre es una lesión, que si se repite durante meses o años, puede producir fibrosis miocárdica (cuando el músculo cardiaco es reemplazado por tejidos fibrosos y pierde su capacidad de ser contráctil), calcificación de las arterias coronarias (cuando, como consecuencia de una inflamación crónica, se deposita calcio en las arterias y las deja rígidas, lo que dificulta el bombeo de sangre) y disfunción diastólica (alteración en la relajación del músculo cardíaco, de manera que le entra menos sangre) entre otras consecuencias, que en definitiva aumentan las posibilidades de cambios en el ritmo cardíaco o arritmias.

De esta manera, los especialistas se aventuraron a asegurar que los beneficios del ejercicio se obtienen de mejor manera “con actividad física moderada”, conclusión a la que llegaron basándose en dos estudios en particular.

El primero evaluó la salud cardíaca de más de 50 mil personas durante 30 años, determinando que mientras los 14 mil corredores que participaron en la investigación tenían más probabilidades de vivir más tiempo, esos beneficios se limitaban sólo a aquellos que corrían entre ocho y 32 kilómetros a la semana.

Por su parte, el segundo estudio -en el que participaron 20 mil daneses- halló que el trote suave puede aumentar la esperanza de vida.

¿Cuánto ejercicio realizar?

Para responder a esta pregunta, James O’Keefe y Carl Lavie se remiten a las recomendaciones entregadas por la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Medicina Deportiva, entidades que aconsejan a la población adulta realizar semanalmente al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de ejercicio vigoroso.

También sugieren que dosis mayores de ejercicio pueden ser necesarias para algunos grupos, como quienes están en riesgo de sufrir una enfermedad coronaria -a ellos se les recomienda entre 30 y 60 minutos diarios-, los adultos que intentan prevenir pasar del sobrepeso a la obesidad -entre 45 y 60 minutos por día-, y los ex individuos obesos que tratan de evitar el efecto rebote -entre 60 y 90 minutos diarios-.

En relación a las pruebas más exigentes, como las maratones o triatlones, los médicos aconsejaron considerarlas como actividades en las que se debe participar ocasionalmente o sólo una vez en la vida, y no como un desafío regular.

“Si desean entrenar para una maratón para tacharla de su ‘listas de cosas por hacer en la vida’, les digo que está bien, pero no es un hábito saludable para mantener a largo plazo”, afirmó James O’Keefe.

“Lo que necesitamos son más personas realizando ejercicio moderado en forma diaria y no corriendo distancias heroicas. Se puede obtener entre un 70 y 80% de los beneficios del ejercicio sólo con entrenar entre 15 y 30 minutos por día”, puntualizó.

Algo en lo que coincide Mauricio Fernández, cardiólogo de Clínica Alemana, quien señala que en general la recomendación es correr maratones de 10 kilómetros los fines de semana. “Que sea una cosa recreacional, de una hora de ejercicio, con una preparación adecuada. Pero para tener una buena salud cardiovascular, más que eso no tiene sentido”, afirma.

Y si la intención es realizar actividad física en forma diaria, Fernández asegura que con 30 minutos es suficiente si se trata de un ejercicio moderado y aeróbico, como trote, natación, bicicleta, caminata, baile, etc.

Tomado de emol

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Uriel Ardila

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