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Bienestar Alison Paredes diciembre 18, 2019
A menudo escuchamos mitos sobre el ejercicio físico que nos han llevado, curiosamente, a alejarnos de él. Es por esto que aquí te contamos cuáles son esas mentiras, según la ciencia y algunos consejos al respecto.
Algunos de los mitos y falsedades han sido replicados la cantidad de veces suficiente como para ser considerados una realidad, un ejemplo claro se ve reflejado en el mito de si es bueno hacer ejercicio en ayunas o no.
Estar moviéndote todo el día en tu trabajo no es razón suficiente para abandonar la actividad física. Para obtener beneficios, tu actividad debe hacer que transpires un poco, se recomiendan cerca de 150 minutos por semana.
Si tu trabajo o estudios te impiden dedicarte más al ejercicio, no te preocupes, cualquier actividad física que realices a la semana aporta grandes beneficios para tu salud. Correr grandes distancias no asegura mejores beneficios.
Estar físicamente activa es seguro; solo si experimentas fiebre, dolores muy intensos y otros malestares fuertes, suspende tu ejercicio. Si, por el contrario, tu malestar no es tan grave, puedes ejercitarte pero de forma moderada.
El ejercicio moderado es una excelente herramienta para mantenerte saludable durante tu embarazo, pues no solo te mantiene sana y en forma, sino que evita el desarrollo de diabetes gestacional.
Los beneficios que obtengas con la actividad física que hagas hoy no durarán toda la vida. Ser consistente en el ejercicio es fundamental para mantener un buen desempeño cardiovascular y buena resistencia.
Es mucho más perjudicial el envejecimiento por sí solo, que el entrenar a una edad avanzada. Ejercitarte con aeróbicos puede generar grandes resultados como ganar masa muscular y un mejor equilibrio.
No necesariamente. Si lo que quieres es mantenerte en forma sin quedar exageradamente delgada debes hacer ejercicio de forma moderada, dando prioridad al trabajo de resistencia para ganar masa corporal.
Si sufres una enfermedad delicada, debes acudir a tu médico para que te recete una rutina supervisada por un fisioterapeuta. Recuerda ser tan activa como tu enfermedad te lo permita.
Sabemos lo difícil que puede ser incluir el ejercicio en nuestras ocupadas vidas, pero es necesario hacerlo por nuestra salud, bienestar y belleza.
Pon estos consejos en práctica y ¡cuéntanos tu experiencia en los comentarios!
Con información de: The Conversation
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