Se trata de una pastilla que, de ser utilizada todos los días, puede reducir las posibilidades de contraer VIH al menos un 92%. ¡Si, leíste bien! 92%!!!
Se encontró una pastilla que previene el VIH
La FDA (siglas en inglés de la agencia) aprobó la píldora Truvada, desarrollada por la compañía estadounidense de biotecnología Gilead Sciences como una medida preventiva para las personas que corren un alto riesgo de contagiarse de VIH a través de su actividad sexual, tales como las que tienen parejas infectadas.
Se conoce como profilaxis previa a la exposición y fue aprobada en 2012 en los Estados Unidos, fue utilizada en Colombia como tratamiento (no en forma preventiva) y se vende actualmente en España.
Albert Liu, director de investigaciones para el programa de prevención de VIH en San Francisco, e investigador en jefe en una de estas investigaciones explicó los resultados de diversos estudios sobre la seguridad de esa famosa píldora:
1. No resulta riesgoso saltear una dosis de la pastilla.
“Creemos que las dosis diarias dan más permisividad, y también estimulan una rutina diaria para tomar la píldora, lo cual es bienvenido por mucha gente”, dijo Lui.
2. PPRE no causa que la gente incurra en más actividades de riesgo.
Tanto Liu como Warren remarcaron que no existen estudios sobre PPRE que hayan demostrado una correlación entre ésta y un sexo arriesgado. El estudio de Liu, en el que se pidió a los voluntarios que informen sobre su cantidad de parejas sexuales, mostró una disminución en la cantidad de parejas a lo largo de los tres meses de informes: se bajó de 11 a 9 parejas.
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3. Usar una PPRE no provoca una mutación de VIH resistente a las drogas.
“Este es otro de los muchos de los errores sobre PPRE basado en un estigma”, dijo Warren. Pero la ciencia es simple: no puedes tener una resistencia a la droga si no estás infectado con VIH.
4. Muchos tipos de personas usan la PPRE, por diversas razones.
Investigadores de todo el mundo trabajan en unos 35 “proyectos de demostración” como el de Liu, que analizan cómo se usará Truvada en el mundo real, enfocándose en fragmentos de la población con alto riesgo de contraer VIH.
5. La PPRE no protege a las personas de otras enfermedades de transmisión sexual.
Para el máximo nivel de protección, en especial cuando se desconocen las posibles enfermedades venéreas de una pareja, lo mejor es combinar Truvada y condones. “Todo método es imperfecto”, dijo Warren. “No se trata de reemplazar un método con otro, sino sumarlos”.
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6. La PPRE tiene algunos efectos secundarios, pero habitualmente son controlables.
Los más comunes (experimentados por un 5% o más de la gente que la usó) son náuseas, calambres abdominales, vómitos, mareos, fatiga y diarrea; sin embargo, la mayoría de ellos se solucionan luego del primer més de tomar la droga.
Tú, ¿Qué opinas de este avance de la ciencia?
Tomado de MundoTKM