Llegó el 20 de julio, día para celebrar nuestra independencia y hora de gritar a los cuatro vientos la alegría de haber nacido en esta tierra…
Así que con orgullo festejemos, analizando nuestras maneras más comunes y dignas de corear en conjunto:
Estamos rompiendo la dieta con una bandeja paisa y pedimos por favor que nos empaquen el chicharrón que quedó, para comer en comida con arepa…
No importa que sea martes, miércoles o jueves, ponemos el equipo duro porque estamos de celebración, hasta que lleguen a regañar de la portería…
Llegamos temprano a hacer fila para guardarle el puesto a nuestros 67 compañeros que llegan más tardecito…
Estamos haciendo trancón por ver que pasó en un accidente…
Decimos constantemente en nuestras comunicaciones: amañado, bacano, cantaleta, enguayabado, aguepanela, fritanga, jartera, mecato, parcero, traga y vaca para recoger dinero…
Nos estamos gastando todo el sueldo en pólvora ruidosa celebrando festividades o copas deportivas…
Estamos llegando a la fiesta con un amigo nuestro que no invitaron, a comernos todo y a brindar con todo el trago…
Estamos haciendo una fila de una hora esperando la degustación de una nueva salchicha parrillera en el supermercado…
La mejor hora de la vida de todos es “la hora loca”…
Vamos caminando orgullosamente con el corte del “7” o la “greña paisa”…
Comemos en plato hondo y cuchara para poder revolver de una vez los sabores…
Estamos sacando la sala y el bafle a la calle para ambientar la cuadra y preparándonos para el asado del 20 de julio…
Entendemos perfectamente las palabras: pirobo, garnupia, cachupe, grilla, marcar calavera, dar papaya, déjate secuestrar bebé y pilas pirobo bájate de los pisos…
¡Viva Colombia carajo!
- Muestra: 2 profesores jubilados de historia patria
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