Decía el Chavo “la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena” pero a veces no podemos evitar hacer algo en contra de esas personas que nos han fallado, también cuando somos víctimas de los dueños de lo ajeno, quisiéramos hacerle algo peor de lo que ellos nos han hecho y la incógnita, ¿esperamos la justicia de los hombres, la justicia divina o la justicia propia?