Los abrazos, los besos y las caricias afianzan los vínculos entre tu hijo y tú pero además, cambian la vida de tus hijos con respecto a su propio futuro, es por eso que siempre hay que hacerlo desde que son bebés e incluso cuando son preadolescentes.
Razones de peso para besar, acariciar y abrazar a tus hijos
Los padres somos los primeros generadores de vínculos afectivos para nuestros hijos o hijas, además de ser un ejemplo. Un bebé que crece y se desarrolla en ambientes positivos, rodeado de amor, tolerancia y comunicación será:
Una persona empática; tendrá conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los demás.
Será una persona segura y con confianza en él o ella: sabrá resolver conflictos, reconocer sus emociones, intereses y valores.
Será una persona comprometida y con iniciativa.
Sabrá convivir en la escuela y en la vida.
Tendrá metas y sabrá tomar decisiones.
Cada momento cuenta: todo lo que hoy hagas con tu bebé le van a permitir mañana tener a él o ella las habilidades necesarias para construir relaciones sanas y positivas además de sentirse capaces y seguros de buscar constantemente entornos positivos permitiendo que puedan prevenir situaciones y ambientes negativos tomando decisiones relacionadas a su seguridad, normas sociales, respeto a otros y consecuencias de sus actos.
Tomado de Padres e Hijos