Sé que siempre estamos pensando en el prójimo y en evitar incomodar a toda costa a los demás, sobre todo cuando somos invitados y queremos al final de la velada ser recordados de la mejor manera.
Entonces, para mejorar sus actitudes, aquí les escribo unos puntos para que lo vuelvan a invitar.
- Siempre llegue con vino o media debajo del brazo, según lo amerite la ocasión…
- Ofrézcase a lavar los platos después de comer…
- No repita bufet y no se llene las manos con los snacks que ponen en la mesa o lleva el mesero…
- Sírvale a todos el traguito en la tanda y no se sirva solo…
- Tómese el whisky al mismo ritmo que el promedio de los invitados. Nada de bogarse el trago y pedir más…
- Vigile el calibre de los chistes según el público que haya en la reunión…
- Cuide los chistes verdes de los niños y los de minorías en reuniones incluyentes…
- No sea de los que se aparece con varios que no habían invitado ni con el que le cae gordo al combo…
- No critique todas las canciones que suenan ni insista en la que le pongan su favorita que guardó en el celular…
- Conózcase a sí mismo y no se tome el aguardiente que sabe que le hará perder la conciencia…
- Si fuma aléjese. Si no fuma deje de estar tosiendo y criticando a los que sí. Si fuma cilantro salvaje, invite…
- No, no y no saque guitarra clásica para entonar bellas baladas, justo en la tanda de la hora loca…
- No sea el último que se va a no ser que el anfitrión lo retenga…
- No sea de los paparazzis que están listos el lunes para publicar las fotos donde sus amigos quedaron mal…
¡Ahora sí, adelante con las visitas y saludes!
Muestra: Una familia completa con perro incluido que me visitaron sin avisar el domingo.
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