Los abrigos para mujer y los que son diseñados para hombres, son muy diferentes. Los primeros entallan nuestra cintura para darnos una figura esbelta mientras nos protegen del frío; los segundos son rectos, anchos en los hombros y de mangas amplias, ¡nada femeninos! Por eso, cuando el frío nos obliga a ponernos sobretodos de nuestro novio, esposo o algún familiar, nos sentimos mal arregladas, como “machitos”.
Mira en la galería al inicio de esta nota algunos looks con los que te verás muy chic así tengas que usar encima un abrigo de hombre. Comparte esta nota con tus amigas, ¡les gustará mucho!