A toda mujer nos han ocurrido estas situaciones típicas cuando salimos de compras, ¿a quién no?
Situaciones típicas cuando compramos ropa
Comprar ropa, para nosotras, es más que un placer, pero puede convertirse en un infierno si te ocurre alguna de las siguientes situaciones típicas, generalmente incómodas o que nos sacan la piedra. Léelas y dinos si te sientes identificada…
No lo hay
Pocas cosas son más frustrantes que tener en la cabeza una prenda e ir a comprarla, estar segura de que la vas a encontrar, ya sea porque la viste en la página de internet del almacén o porque una amiga te aseguró que la acababa de ver, y toparte con el frío “no lo (o la) hay” del vendendor. Termina de rematarte con “”se acabaron de llevar la última”. ¡Típico!
Talla única
Hablemos claro, la tal talla única no existe, es un mito, es una invención de algunos fabricantes de ropa para vender más con los mismos moldes; por eso, cada vez que uno se encuentra con esa blusa perfecta, que ha esperado toda la vida, y se la prueba para descubrir que le queda o muy grande o muy estrecha, tiene licencia de darle un coscorrón al vendedor cuando como respuesta a la pregunta ¿tiene en tal talla? responda “es talla única”. ¡Típico!
Discreción
Cuando tienes unos kilos de más, el aumento de la talla es algo que puede llegar a avergonzarte. En el almacén, te le acercas a la vendedora y con voz casi imperceptible le preguntas si tiene este o tal vestido en talla 14… Ella, sin percatarse de lo que acaba de ocurrir ni de las consecuencias de su indiscreción, dice a la ayudante con un grito que atraviesa de lado a lado la tienda “¡María, tráigame este en 14 y en 16 por si no le entra!” ¡Típico!
Bolsillo
A las mujeres nos encanta hacer mercado de ojo. Pasear por los centros comerciales y mirar vitrina tras vitrina; pero si eres como yo, seguramente no te gusta probarte nada a menos que realmente puedas comprarlo. Nunca falta la amiga que es todo lo contrario a ti, y te hace entrar a todos y cada uno de los almacenes a probarse cada prenda que le llama la atención, ¡con el bolsillo pelado! Como te convence de que tú también lo hagas, sientes que te han tomado una foto de frente y de lado y la han puesto en todas las tiendas, con la leyenda, “SE BUSCA POR CALIENTA CAJAS”.
Tu doble
¡Esa P#$%& me robó mi pinta! No hay nada peor que eso. Te tiras toda una tarde en un almacén por departamentos escogiendo la ropa que estrenarás en una fiesta, y cuando llegas al evento, ahí está justo frente a ti, una vieja vestida igualita, ¡tu doble! Justo cuando te relajas y dices “no puede ser tan terrible”, aparece otra igualita a las dos… ¡Ahora son trillizas de look!
[Entérate: Hombres sin medias, ¿cómo te parece?]
¿Te ha ocurrido alguna de estas situaciones típicas al comprar ropa? ¿U otra peor? ¡Cuéntanosla!