Te decimos cuándo es el tiempo oportuno para cambiar algunas prendas de tu armario, como zapatos, pantalones, blusas y más.
Si eres de las que aún guarda el uniforme del colegio pensando que de pronto te sirve para algo, tienes que tomar nota de los tiempos perfectos para cambiar tus prendas… ¡Porque no hay derecho a que todo el mundo estrene menos tú!
Zapatos
No esperes a que se te rompan para comprar otro par; debes cambiar de zapatos cuando su parte exterior ha sufrido algún rayón que el betún no cubre o cuando la plantilla se deshace. También es buena idea cambiarlos cuando parecen prestados de tu abuelita, así estén en perfecto estado.
Blusas o camisetas
Si el cuello se te cuartea, debiste botar la prenda hace rato. La primera señal de que es tiempo de cambiar esta blusa por otra es que la zona de las axilas se mancha y no hay truco de la abuela que la despercuda; ante eso, solo queda la caneca.
Medias
Cuando el dedo gordo traspasa al otro lado, ya es demasiado tarde; debes cambiar tus medias cuando el talón de estas empieza a “adelgazarse” o cuando el caucho ya no las sostiene firmemente en tu pierna.
Jeans o pantalones
Puedes utilizar jeans gastados, rotos, deshilachados, pero sabes que es tiempo de cambiarlos cuando se acartonan de tal manera que si te los quitas quedan prácticamente parados; esto generalmente viene acompañado de un olor rancio característico. Los pantalones de otro material desarrollan unas desagradables líneas gruesas en la zona de las caderas y las rodillas, que ninguna plancha es capaz de alisar.
Chaqueta
Las chaquetas suelen ser ignoradas durante años en el armario, e incluso cuando las llevas puestas no te fijas mucho en ellas, por lo que es muy fácil pasar por alto el síntoma que te avisa que es tiempo de cambiarlas: el brillo; este aparece en telas como gamuza, cuero, lino, paño y otras… y es horrendo.
Cinturón
Cuando los huequitos del cinturón han perdido su circunferencia, convirtiéndose en un agujero rasgado y deshilachado, es tiempo de cambiar este accesorio, por más de que te guste y no hayas conseguido aún reemplazo.
Saco o suéter
Cuando se ‘desjeta’ o se ‘motosea’, es momento de hacer un alto en el camino y con la mano en el corazón, despedirte de ese saco o suéter que te vio crecer y que esperabas heredar a tus nietas.
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