Los vemos en todas partes, nos han caído al menos una vez en la vida: son los típicos conquistadores que las mujeres preferimos ignorar…
El cursi: Es experto en origami, pues siempre regala florecitas de papel; también es pseudopoeta aficionado, por su costumbre de repartir cartas de amor fotocopiadas a cual mujer bonita conoce.
El DJ: Conquista dedicando canciones, aunque a veces se gana una cachetada por dedicar temas en inglés de los que no sabe muy bien el significado en español, como She’s an easy lover (Ella es una chica fácil).
El Entrevistador: te invade de preguntas y piensa que así demuestra interés por ti, pero realmente ni escucha tus respuestas… ¿Estudias o trabajas? ¿Qué estás leyendo? ¿Qué hace una mujer tan linda por aquí tan sola? Etc.
El macabro: Generalmente es muy pálido y te mira fijamente pero no te dice nada, además tiene una extraña sonrisa que esconde tras sus manos temblorosas y huesudas.
El guache: Cree que te va a conquistar tratándote como a su mejor amigo, por eso te empuja, te despeluca el capul, te da pataditas y puntapiés mientras sonríe y cree que eso te gusta.
El pervertido: Este espécimen trata de enamorarte con frases de doble sentido, como “tu de rojo y yo con este antojo” o “tus senos son como almohadas y yo con este sueño”.
El piropero: Se la pasa repartiendo piropos a diestra y siniestra y tiene desgastado el pito de su carro de tanto echar bocina a cuanta mujer se le cruza… Lo más inquietante es que él verdaderamente cree algún día encontrará así al amor de su vida.
El intelectualoide: Conquista con citas de Paulo Coelho, te invita a su casa a ver “cine arte” mientras se toman un vino caliente y te recita al oído las más incómodas poesías eróticas que puedas imaginar.
El fanfarrón: Es excesivamente seguro de sí mismo y tiene demasiados músculos; cree que te está haciendo un favor al salir contigo y habla de él mismo en tercera persona (te dice por ejemplo “Toño te va a dar una noche inolvidable”). Además trata de descrestarte con su carro y sus lujos.
El pulpo: Es el típico manoseador que te va agarrando con cualquier disculpa, te roza como por error, te abraza cada vez que puede y se despide con besos esquineros y babosos.
El tumbalocas: Te ha caído a ti, a tu prima, a tu mejor amiga, a tu hermanita menor, literalmente a todas, y luego alardea con sus amigos diciendo que se las comió a todas, aunque ninguna le dio ni la hora.
¿Qué otro tipo de conquistador se te ocurre?