Con estos tips para llevarte bien con tu suegra vas a pasar de ser la NO-era a ser la nuera ideal, y tan solo aplicando “la psicológica”.
Dicen que cuando uno se casa con alguien, se casa también con su familia; ¿será cierto? Hasta ciento punto sí, e incluso desde el noviazgo puede formarse una buena o mala relación con ellos.
Pon en práctica estos 5 tips para llevarte bien con tu suegra
Sabemos que la novia o esposa siempre será un personaje ajeno a la familia, pues carece del vínculo de sangre, pero no por eso deben llevarse mal, especialmente con la suegra.
Aunque no es una regla general, una de las quejas que más se escuchan en terapia de pareja son, precisamente, los conflictos con la suegra; es por ello que te traemos estos consejos. ¡Toma nota!
Ponte en su lugar
Imagínate que tú eres la suegra y que una desconocida se está llevando a tu bebé seguramente para romperle el corazón. ¿Sí ves que no es una posición fácil? Entiéndela, sé empática, pero ojo, ¡que no se dé cuenta! No le vayas a decir nada de esto.
Evita las discusiones inútiles
Como en todo tipo de relaciones diplomáticas, evita discutir sobre temas polémicos, como política o religión. Del mismo modo, evita las indirectas al respecto. Criticar las elecciones de terceros es maleducado y no sirve para nada, ¡no vas a convencer a tu suegra ni las harás cambiar de opinión!
Déjala ejercer su rol
Ella siempre tendrá un lugar irremplazable en el corazón y la mente de tu pareja, solo que puede sentirse desplazada por ti; si actúas con inteligencia emocional, puedes permitirle seguir siendo la mamá de tu chico (o chica).
Esto aplica también para cuando tu suegra ya es abuela y quiere ayudarte con tus retoños: ¡déjala ser feliz! Solo mantén los límites claros, pero por intermedio de tu pareja.
Escoge tus batallas
Te recomendamos no discutir por bobadas o por cosas que realmente no son importantes y que al final resultan siendo peleas en las que solo se están mostrando los dientes, compitiendo por un amor que no tiene lugar a comparación.
Recuerda que tú le das a su hijo algo que ella nunca podrá darle, ¡y viceversa!
Mantén las distancias
Por más amor, confianza y cariño que haya, cuando se termine la relación también se terminará la relación con su familia, a menos de que haya niños, en cuyo caso la relación cambiará sustancialmente.
Recuerda que su familia no es tu familia y si las cosas al final salen mal, siempre será tu culpa (para ellos) así no lo sea. Yo aconsejo seguir usando el “señora” o “doña” para dirigirte a ella, así hayan pasado mil años.
Ahora que lo sabes, ¡compártelo! Literalmente podrías estar salvándole el matrimonio a alguna amiga.
Con información de: Psychology Today