Si tienes o has tenido brackets, seguramente te sentirás identificada con estos hechos…
13 hechos que solo entiende quien ha usado brackets
Hemos escuchado a muchas personas quejarse de los brackets, pero esta diatriba que escribió Elizabeth Abou Haidar para el portal Radioone, nos sacó muchas sonrisas, por eso la traducimos y “tropicalizamos” para ti…
1. Todos quieren verlos
Tan pronto te pones brackets, tu boca se convierte en un lugar público, con el que todo el mundo tiene que ver, no solo tus familiares, que no paran de darte recomendaciones, sino tus amigos y amigas, a quienes tienes que mostrar una y otra vez tu herramienta dental, hasta que se acostumbren o deje de ser divertido, lo que ocurra primero.
2. Tu ortodoncista pasa a ser parte de tu familia
Al poco tiempo de iniciado tu tratamiento, te das cuenta de que te ves demasiado con tu ortodoncista. De hecho, tienes más citas con él que con tu pareja y sabes más de su vida que de la de muchos de tus amigos de toda la vida. Cultivas una relación a largo plazo, tanto que ya tienes asignadas las citas de todo el año que viene.
3. Manzana en cuerpo sano
Esta es la única forma en la cual podrás comerte una manzana, si no te toca hacer puré con ella y comértela a cucharadas como si fueras un bebé desdentado.
4. A veces se rompen
¡Nada peor que un bracket que estalla! Es catastrófico para el futuro de tu sonrisa, ya que tendrás que volver a tu ortodoncista, una vez más, para que lo arregle, y vas a añadir otro millón de años a la cantidad de tiempo que tienes que usar tus aparatos de ortodoncia.
5. El dolor
Justo después de que te los apretaron, no se siente tan mal, pero al otro día, cuando te despiertas a la mañana siguiente, ¡BAM! De hecho, el dolor es irreal. ¿Alguien te dio un puñetazo en la mandíbula mientras dormías o qué?
6. Esos benditos cauchos
Cuando no utilizas tus cauchitos como deberías, te enfrentas a la cara de decepción del ortodoncista, quien meneando la cabeza en señal de reprobación te indica el tiempo extra que deberás usar tus brackets por haber desobedecido sus órdenes.
7. Esos inhumanos cauchitos
Así que empiezas a utilizar juiciosamente tus benditos cauchitos, descubriendo que comer cualquier cosa que no sea yogurt te causa un dolor tan insoportable que recuerdas por qué no te los habías puesto. Bonus: haces dieta forzada.
8. Quieren matarte
Te despiertas a media noche pensando en la posibilidad de que ese caucho que acaba de resbalarse por tu garganta podría haberte matado.
9. Una trampa para la comida
Si alguna vez has sentido esa horrible sensación de tener un trozo de carne atascada entre los dientes, ¡imagínate lo que se siente tener mil de ellas en los recovecos metálicos de tus brackets! Bonus: Continuarás en dieta forzada.
Te interesará: 7 cosas que pasan cuando dejas de usar jeans entubados
10. Lavado dental
¿Cuántas veces te lavas los dientes al día? Cuando tienes brackets es algo que te la pasas haciendo a todo momento, lo peor es que tienes que ser más meticulosa(o) y te demoras el doble.
Mira: 13 cosas que solo las amantes de los labiales entienden
11. Pedirás que te los miren
Si no puedes conseguir un baño, tendrás la sensación de tener toda la ensalada atrapada en ellos. Te volverás un 8 tratando de limpiarte disimuladamente frente a un espejo de mano o molestarás a tu pareja y amigos con la desagradable pregunta “¿tengo algo?”, mientras muestras los brackets.
Sorpréndete: 10 cosas que hacen las mujeres de las que todos se enamoran
12. Canibalismo bucal
A veces, ¡pobre de ti!, descubres un trozo de carne cruda enredada entre tus brackets y entiendes con dolor que es un pedazo del interior de tu boca… ¡Ay ay ay!
Te divertirás con: 10 cosas que lo enloquecen en la cama
13. ¿Envidia?
Te provoca ahorcar a esa amiga que te mira y dice “ay, tan chéveres tus brackets” y tú piensas “no no no no no no no no no no (a la n potencia)”.
Te gustará: Cosas que no nos importan
¿Conoces a alguien que tenga o haya tenido brackets y pueda reírse con estos hechos? Comparte con ellos esta nota.