¡Levante la mano la que nunca se haya sometido a algún autocastigo con el único fin de verse o sentirse mejor! Te sentirás identificada al 200 por ciento…
7 autocastigos que nos imponemos las mujeres
Usamos tacones así nos cansen
Ningún hombre podrá entender ni en un millón de años por qué razón las mujeres nos montamos en un par de zapatos con el talón mucho más alto que la punta, lo que nos obliga a caminar en puntitas de pies mientras hacemos equilibrio con los dedos. No hay tortura mayor que esta, y nos la imponemos nosotras mismas no más para vernos en el espejo y decir “aaaaay, qué tacones tan diviiiiiinooooos”.
Hacemos dietas agresivas
No es casualidad que la mujeres nos refiramos a la comida que amamos pero nos engorda como “pecados”. Si comemos postre “nos desordenamos” y para completar el castigo, cerramos la boca hasta el otro día para compensar las calorías y grasas que durarán una eternidad en nuestras caderas. Comer es un placer tan grato que hacer dieta estricta es un autocastigo que ningún animal se impone, excepto las hembras humanas.
Tenemos ropa de tallas más pequeñas para obligarnos a perder peso
Esta es la tapa de los autocastigos femeninos: vamos a comprar ropa, pero en lugar de ser sensatas y adquirir la de nuestra talla, nos embutimos cual morcillas en prendas una y hasta dos tallas más pequeñas con la firme convicción de que si las vemos todos los días en nuestro armario vamos a obligarnos a adelgazar para poder estrenarlas… ¿Tiene alguna lógica? No, ¡pero lo hacemos!
Ríete con 18 personas que no saben cuál es su talla, aquí @karenvinasco @JaviToRadio https://t.co/rh3JNEvjOH pic.twitter.com/D1oe5MmyyC
— Tu corazón Viiiiibra (@Vibra1049) November 4, 2015
Terapias de belleza dolorosas
Peeling, abrasión dérmica, lipo, Bótox, carbonxiterapia, masajes reductores, silicona… Nuestra creatividad para hacernos autocastigos es superior a la de la Santa Inquisición Española, ¡Torquemada se sonrojaría de solo pensar en alguno de estos procedimientos!
Nos fajamos
Somos las reinas de la faja, eso no tiene discusión; si tienen dudas, pregúntenle a cualquier turista qué infomercial daban por la mañana al otro lado del mundo… Sí, efectivamente, el de las fajas colombianas de una famosa actriz compatriota, quien ha hecho del autocastigo todo un negocio de talla mundial. ¿Funcionan? Unos dicen que sí, otros que no, pero, como dicen las abuelitas, “que las hay las hay”, y nosotros hemos visto unos casos impresionantes de adelgazamiento a punta de fajas.
Hacemos ejercicio hasta desmayarnos
Juramos que la panza se nos va a desvanecer si hacemos 150 abdominales… Mientras estamos acostadas en la cama viendo televisión… Una vez a la semana. Claro que el ejercicio se convierte en un autocastigo si lo hacemos cada 8 días de manera intensa, pues nuestros músculos no lo soportarán y no veremos resultados jamás. Bien lo dicen los que saben, es preferible 5 minutos al día todos los días que 3 horas semanales hasta quedar infartadas.
Seguimos con el mismo man aunque nos rompa el corazón una y otra vez
Tal vez el autocastigo más común es el de creer que el hombre que amamos va a cambiar. Que a punta de amor va a dejar de ser celoso, posesivo, machista, perro, tacaño, guache, etcétera, etcétera, etcétera. Nos estrellamos una y otra vez contra la misma piedra… ¡y no aprendemos!
¿Qué ha sido lo más descarado que te han hecho o has hecho siendo infiel? Mira este video https://t.co/MaBCoWUJss pic.twitter.com/KPAvYzLAKZ
— Tu corazón Viiiiibra (@Vibra1049) March 11, 2016
¿Te sabes algún otro autocastigo de los que nos hacemos las mujeres? Comparte esta nota en tus redes sociales y escríbenos en los comentarios…