¿Te preguntas por qué tu pareja está evitando compromisos? Este estudio revela las excusas más comunes cuando ya no te quieren.
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A menudo, en las relaciones humanas, llega un punto en el que los sentimientos cambian y el amor que una vez fue fuerte comienza a desvanecerse. En estos momentos, las personas pueden buscar excusas para evitar enfrentar la dolorosa verdad de que ya no sienten lo mismo por su pareja. Estas excusas son variadas y pueden ir desde las más simples y cotidianas hasta las más complejas y elaboradas.
Excusas cuando ya no te quieren
“No eres tú, soy yo”: Esta es quizás la excusa más clásica y conocida. Implica una especie de nobleza al asumir toda la responsabilidad del cambio de sentimientos, pero en realidad, es una forma de evitar entrar en detalles o herir los sentimientos de la otra persona.
“Estoy muy ocupado/a últimamente”: El trabajo, los estudios o cualquier otra ocupación se convierten en el escudo perfecto para justificar la falta de tiempo y atención. Es una manera de distanciarse sin tener que admitir que el interés ha disminuido.
“Necesito espacio para pensar”: Aunque es una razón válida en muchos casos, a veces se utiliza como un pretexto para ganar tiempo y distancia sin tener que abordar el problema subyacente.
“No quiero arruinar nuestra amistad”: Esta excusa se usa cuando se quiere terminar una relación que comenzó con una base de amistad. Es una forma de preservar lo que se tenía antes de que la relación se convirtiera en romántica.
“No estoy listo/a para una relación seria”: A pesar de haber estado en una relación por un tiempo, esta excusa aparece cuando una persona ya no quiere continuar con el compromiso que implica.
“Tenemos objetivos diferentes en la vida”: Es una manera de decir que ya no hay un camino compartido sin tener que entrar en los detalles emocionales de la separación.
Estas excusas, aunque comunes, no dejan de ser una forma de evadir una conversación sincera y directa sobre los sentimientos. Es importante reconocer que detrás de cada excusa suele haber un miedo subyacente a herir al otro o a enfrentar el propio dolor. De la misma manera, podría ser necesario que sepas cómo salir de una relación codependiente, algo que puedes hacer reconociendo el problema y cultivando el autocuidado.
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