Es muy común que la mayoría de relaciones sentimentales terminen confundiéndose con la química y la compatibilidad. Toma nota para que no te pase.
El paso de un noviazgo a una relación estable está marcada por la atracción física y el enamoramiento, hechos que no nos permite tener en cuenta detalles importantes.
Precisamente cuando nos enamoramos lo que hay es una atracción física y esto nos hace pensar que estamos hechos el uno para el otro.
Cuando la pareja decide convivir en los mismos espacios, se encuentra con la realidad más cruel, no encuentran puntos comunes entre si, ¿qué falló?
A veces las relaciones se acaban sin darnos cuenta y otras veces no somos capaces de dejar ir a la pareja cuando vemos que no nos aporta.
Es normal que todos idealicemos este tipo de relaciones, ya que siempre nos han hecho creer que el amor a primera vista será el amor para toda la vida.
Diferencias entre la química y la compatibilidad
Es importante tener una expectativa de lo que queremos de la relación, si es para pasarla bien en el momento o para toda la vida.
La química está conectada directamente con las emociones, con la pasión y el bienestar del momento.
Por su parte la compatibilidad está más relacionada con lo espiritual, con el ser lógico, con lo que queremos vivir en nuestro futuro.
Si estás ‘cieg@ de amor‘ puede ser que la intensidad de tu emoción te saque de la realidad asumiendo algunas situaciones normales como problemas contra tu tranquilidad.
Puedes dejar pasar por alto temas tan sensibles como sus valores o sus defectos, es típico cuando quienes te rodean los ven con más facilidad que tú.
Te has preguntado, ¿qué pasaría si no hubiera contacto físico con tu pareja? ¿Serías capaz de mantener una conversación interesante con él o con ella?
Si son capaces de conocer sus defectos, de entenderlos, de tener diferentes puntos de vista sobre la vida, aceptándolos y respetándolos, entonces estás en una relación compatible.
Vibra también con…
