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Intolerancia a la glucosa, ¿qué es y cómo cuidarte?
Te enseñamos a reconocer la intolerancia a la glucosa, pues podría estar afectando tu día a día sin ser consciente de ello.
Una buena alimentación nos ayuda a tener una buena calidad de vida e, incluso, nos ayuda a mejorar las enfermedades. Por ejemplo, si agregas a tu dieta las diferentes frutas medicinales, como el limón o la papaya, verás gran beneficio en ciertos problemas y también te ayudan a prevenirlos.
Sin embargo, para algunas personas no es tan beneficioso, ya que la intolerancia a la fructosa les puede pasar factura a la hora de consumir frutas como las manzanas, las peras, entre otras. Asimismo, te contaremos todo lo relacionado con la intolerancia a la glucosa para que tomes las medidas necesarias.
¿Qué es intolerancia a la glucosa?
Se considera como una prediabetes donde la persona presenta niveles elevados de glucosa en la sangre. Sin embargo, estos niveles no alcanzan los de una diabetes tipo 2. Se considera como el paso previo a una diabetes y, por lo general, se presenta de manera asintomática, por lo que pasa desapercibida hasta que se convierte en un problema más grave.
Hay que tener en cuenta que, aunque suene alarmante, no todos los casos están destinados a progresar a una diabetes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 5% y el 10% anual de los casos llega a una conversión, siendo los más afectados quienes padecen la alteración de la glucosa en ayunas.
Síntomas de intolerancia a la glucosa
Como te dijimos anteriormente, este problema no suele manifestar síntomas, por lo que es complicado de reconocerlo. Un posible signo es el oscurecimiento de la piel, sobre todo en partes como la ingle, las axilas y el cuello. Por su parte, te contamos cuáles son los síntomas clásicos cuando se sugiere que se ha pasado de la intolerancia a la glucosa a la diabetes tipo 2:
- Aumento de la sed
- Visión borrosa
- Micción frecuente
- Aumento del hambre
- Fatiga
- Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos
- Infecciones frecuentes
- Llagas que tardan en cicatrizar
- Pérdida de peso involuntaria
Cómo saber si soy intolerante a la glucosa
Ante la más mínima duda, debes asistir al médico para que te realice una prueba, ya que es la única forma de diagnosticar el problema. El estudio de laboratorio consiste en tomar muestras de sangre. Lo más común es que la primera sea en ayunas, luego se consume la cantidad de glucosa indicada por el doctor y luego se toma una muestra de sangre. Si los niveles de glucosa en la sangre están entre los 100 y 126 mg/dl, en ayuna, y/o entre 140 y 200 mg/dl dos horas después de ingerir lo indicado por el profesional, se estima que el paciente tiene intolerancia a la glucosa. Si está por encima de dichos niveles, se considera que la persona es diabética.
Intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa fácilmente. Por lo tanto, el páncreas se ve obligado a producir más insulina para mantener los niveles saludables de glucosa en la sangre. Sin embargo, el problema está cuando ya no hay producción suficiente de insulina y la glucosa sigue en aumento, por lo que se presenta la intolerancia a la glucosa y que puede llegar a la diabetes tipo 2.
Dieta para intolerancia a la glucosa
Ten en cuenta que lo mejor que puedes hacer es asistir al médico, quien te dará una dieta especializada para tu caso. Además, si padeces de intolerancia a la glucosa, debes incluir los siguientes alimentos a tus comidas diarias:
- Alimentos bajos en grasa
- Comidas bajas en calorías
- Alimentos altos en fibra
- Vegetales
- Granos integrales
- Carne magra
- Legumbres ricas en proteínas
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